Los trastornos psicóticos son trastornos mentales graves que causan ideas y percepciones fuera de lo común. Dos de los síntomas principales son delirios y alucinaciones. Los delirios son creencias propias, que nos son compartidas por otras personas, como la idea de que alguien está actuando en su contra o que la televisión le envía mensajes personales. Las alucinaciones son percepciones como escuchar, ver o sentir algo que otras personas no perciben en circunstancias similares.
La base del tratamiento sería una combinación de fármacos y psicoterapia. Las psicosis no son trastornos exclusivamente orgánicos o meramente cerebrales, sino que también están determinadas por los vínculos que se establecen a nivel familiar y con el resto del entorno social. Es desde estos factores, desde los cuales la psicoterapia puede facilitar un proceso de “recuperación integral”, en el que se van abandonando los mecanismos desadaptativos (delirios y alucinaciones) y facilitando que la persona pueda “llegar a ser” desde el desarrollo de los aspectos más sanos de sí mismo.