Vivimos en una época en la que la combinación consumo-tecnología facilita tener al alcance de la mano cualquier cosa que podamos desear, convirtiendo casi todo en un producto, en material asequible y perecedero
Basta con un click para seleccionar el objeto, algo que se nos antoje, que nos parezca irresistible, necesario, imprescindible…. para sentir esa reconfortante sacudida de poder y posesión que resulta tan accesible
tan acumulable
tan placentera
tan fugaz
Artículos, relaciones, eventos, créditos, información…. Todo se convierte en un torrente de mercancías que inunda nuestros teléfonos, invitándonos a ser alguien en un mundo virtual que nos anima a la compulsión, a construir una identidad mediante el refuerzo inmediato que supone el reconocimiento de personas que ni siquiera conoces, a mantener la autoestima sumando emoticonos
¿Quién está dispuesto a tolerar la frustración? ¿A darse tiempo de recapacitar en su angustia constructiva?
La espera y el esfuerzo están pasados de moda
Tu bienestar y tu confort son cuantificables
Las heridas se curan con apósitos, cada vez cuesta más confiar en el sistema inmune
Miguel Díaz-Alejo
No puedo estar más de acuerdo ni tu texto mejor expresado. Abrazos fuertes, textos así son muy necesarios. Gracias por compartir.